EPISODIO 10 • VIBRAS

Los episodios 8 y 9 carecieron de un like, un detalle que, en el fondo, me confunde y me hace reflexionar sobre muchas cosas. No solo me lleva de regreso a nuestro cuarto verano (RS, C10, Jun/23/2024), sino también a una serie de situaciones que giran en torno a lo que dice, escribe y hace conmigo, tanto cuando estamos solos como cuando compartimos espacio con otros.

Tras unos tres minutos de bajón, ese detalle me llevó a otro punto: lo sensible que soy a las energías de las personas. No es la primera vez que tengo una reacción o presentimiento que, si no lo sueño, lo adivino o lo siento. Como aquella vez en que otra libriana de octubre me malvibró y terminó tratándome mal. Una amiga, un 3 de mayo, canceló un plan conmigo y llamó “mejor amiga” a esa persona en sus historias. Al final, descubrimos que lo que sentí desde el principio era cierto.

O como cuando alguien me prometió la luna, el mundo y me regaló flores cetrinas, mientras mi mejor amiga insistía en que debía ceder al amor. Pero yo no podía. Esa vibra negativa volvió, y con razón: una semana después de mi cumpleaños, esa persona bellaqueando olvidó el amor que juraba sentir por mí y coqueteaba con alguien de mi equipo creativo, lo cual me enteré hace dos semanas. Todo esto, mientras aún me prometía una obsesión cautivadora.

De nuevo llego a la misma conclusión: cuando algo o alguien me malvibra, debo confiar en mi instinto y alejarme. Pero aquí surge otra disyuntiva: ¿por qué, a pesar de la falta de un like en los episodios 8 y 9, su presencia no me malvibra? Es más, me confunde. Y no pienso cobrarle caro esa ausencia.

Mi carta en este juego, ante esta duda tormentosa, probablemente sea más cautivadora de lo que incluso yo esperaba.